Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Freddy de 41 años, que nos escribe desde Ate.
Señora Moro, me siento estafado por mi actual enamorada. Cuando la conocí, me cautivó su linda personalidad, pero también me atrajo su belleza. Su larga cabellera, sus pestañas perfectas y su piel impecable parecían lo más atractivo de ella. Sin embargo, con el tiempo me di cuenta de que todo lo que me había mostrado era una mentira.
Llevamos un año de relación y dos meses de convivencia, pero desde que compartimos el mismo techo, descubrí que mi novia no era tan guapa como me hizo creer. Por ejemplo, su cabello es ondulado y ella siempre lo lacea, pero al natural parece una leona. En casa luce despeinada y sin maquillaje, algo que me desconcierta. Además, en los últimos días noté que sus ojos se veían raros, y resultó que usa pestañas postizas. Según me explicó, no se había hecho el retoque y se le habían caído. En su día a día, me doy cuenta de que su aspecto natural dista mucho de lo que me mostraba.
Lo peor de todo es que, al verla al despertar, ya no me siento atraído de la misma manera. Me sigue preguntando si aún le gusto tal y como es, pero, por más que le diga que sí, no me cree.
Me siento mal por no aceptar su apariencia tal cual, pero la verdad es que no sé qué hacer con mis sentimientos. ¿Estoy mal por pensar así? ¿Qué me aconseja, señora Moro?
CONSEJO
Querido Freddy, la atracción física es solo una parte de la relación, pero si la diferencia entre la persona “real” y la que te mostró te genera incomodidad, es importante hablarlo con ella de manera honesta. A veces las expectativas pueden crear conflictos, pero el amor verdadero implica aceptar tanto lo que se muestra como lo que se oculta. Suerte.