Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Wilder, de 48 años, que nos escribe desde Comas.
Doctora Magaly Moro, le escribo porque necesito que me ayude a hacerle entender a mi esposa que está cometiendo un error al ponerme a dieta de manera forzada.
Si bien soy una persona que busca llevar una vida saludable, acostumbro a darme mis gustos comiendo algún dulce de vez en cuando, porque la vida no es vida sin un postre que nos alegre. Sin embargo, mi esposa Magdalena está obsesionada con bajar de peso.
Obviamente que después de dos hijos, su figura ha cambiado, y ha subido algo de peso, considerando que cuando la conocí ella era bien delgada. Cuando nos casamos ella pesaba 55 kilos. Ahora pesa 80 kilos y su estatura es de un metro 60 centímetros.
Como entenderá, ha subido algo de peso y ahora se ha obsesionado con volver a pesar 55 kilos. Para lograrlo, ha recurrido a miles de dietas, muchas sin supervisión médica. No está mal que trate de adelgazar, el problema es que obliga a que nuestros hijos y yo también estemos a dieta. Nos tiene a base de ensaladas y pollo sancochado. Estamos hartos de comer así.
Para no quedarnos de hambre, llevo a mis hijos a escondidas a un restaurante. Un día mi esposa nos descubrió y se molestó tanto que me dejó de hablar.
Doctora, con los años el cuerpo cambia y creo que será imposible que mi esposa vuelva a su peso de antes. Tengo miedo de que por su obsesión de adelgazar se enferme. ¿Qué hago, doctora?
CONSEJO
Querido Wilder, si notas que el deseo de tu esposa por bajar de peso se está volviendo una obsesión y está perjudicando su salud, y de paso la tuya y la de tus hijos, debes hablar con ella para hacerle entender que está poniendo en riesgo su vida. Las dietas son personales y siempre se deben realizar bajo supervisión de un nutricionista. Consulta con un psicólogo para saber cómo ayudarla. Suerte.