Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Andrés, de 55 años, que nos escribe desde Magdalena.
Señora Moro, últimamente estoy pasando muy malas noches, y todo por la paranoia de mi esposa. Desde el fuerte temblor que hubo en Lima el domingo del Día del Padre, ella se quedó sumamente asustada. Esa noche me pidió que durmiéramos en la sala por seguridad, por si se presentaba una réplica fuerte. Acepté sin problema, porque la vi muy nerviosa y me dio penita verla así.
Pero el lunes me volvió a pedir lo mismo, y el martes también. Desde entonces, no hemos vuelto a dormir en nuestro cuarto. Lo que me fastidia es que mi esposa consume demasiadas noticias sobre este tema. Y como seguro está al tanto, hay muchos expertos que dicen que podría registrarse un terremoto en Lima. Entonces, además de armar su mochila de emergencia y planear una evacuación familiar, ahora me ha dicho que, al menos por las siguientes dos semanas, dormiremos en la sala.
Cuando le digo que ya me aburre sacar y guardar el colchón todos los días, se molesta y me dice que soy un insensible. Se enoja tanto que ya ni me atrevo a tocar el tema. No quiero pelear con ella, pero también siento que está exagerando. Es incómodo dormir en la sala y además no descanso bien, lo cual afecta mi trabajo y mi humor durante el día.
Estoy cansado, doctora. No quiero invalidar su miedo, pero tampoco puedo seguir así. ¿Cómo puedo calmar a mi pareja sin que se sienta atacada? ¿Cómo le explico que su ansiedad está afectando también nuestra rutina y mi bienestar? Le agradecería mucho su consejo.
CONSEJO
Querido Andrés, entiendo tu incomodidad. El miedo de tu esposa es real, pero vivir en constante alerta no es sano para ninguno. Hablen en un momento tranquilo, valida su temor y propón un equilibrio. Mantengan medidas de prevención, pero sin alterar tanto la rutina. Si su ansiedad persiste, sería bueno considerar apoyo profesional. Suerte.