Oscar (34 años, Villa El Salvador). Doctora, llevo dos años de casado con Griselda, pero hay algo que realmente me está sacando de quicio. Mi esposa, aunque amorosa, es muy dormilona y eso está afectando bastante nuestra relación. Ella no me prepara el desayuno, ni siquiera cuando yo tengo que levantarme temprano para ir a trabajar. Es algo que me molesta profundamente.

Yo me despierto a las 5:30 de la mañana todos los días para preparar mi comida, organizar mis cosas y salir a trabajar. Sin embargo, Griselda duerme hasta tarde, como si no tuviera responsabilidades. No sé si lo hace por pereza o simplemente por costumbre, pero ya van varios días que tengo que hacer todo en casa porque ella no se mueve hasta el mediodía.

Al principio no me molestaba tanto porque pensaba que estaba en una fase de adaptación después del matrimonio, pero ahora siento que esto es parte de un patrón. Griselda es bastante desorganizada, le cuesta hacer las cosas en casa, y cuando le pido que me ayude con algo, siempre me responde que está cansada o que lo hará después, pero no lo hace.

Lo peor de todo es que me preocupa cómo será la situación cuando tengamos hijos, porque si ahora le cuesta levantarse para hacer cosas simples, no puedo imaginarme cómo será con más responsabilidades. ¿Cree que estoy siendo exagerado o realmente tengo razones para preocuparme sobre cómo será nuestra vida en pareja si las cosas siguen así? Agradezco su consejo.

CONSEJO

Oscar, entiendo tu frustración. No estás exagerando; es natural que te preocupes si las responsabilidades no se comparten equitativamente. Habla con Griselda de manera abierta y sincera sobre cómo te sientes, destacando cómo sus hábitos afectan la relación. Juntos pueden encontrar una solución que implique más compromiso y organización de su parte. La comunicación es clave.