Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Fernanda, de 27 años, que nos escribe desde Jesús María.
Doctora Magaly Moro, gracias por atender mi carta. Espero que su consejo me ayude a entender mi relación con Salvador. Nos conocimos hace un año en la fiesta de una amiga y al poco tiempo iniciamos nuestra relación. Tal vez la rapidez con la que empezaron las cosas entre los dos hace que siempre estemos discutiendo.
Salvador y yo somos muy diferentes, casi nunca estamos de acuerdo; si yo digo blanco él prefiere negro, si a mí me gusta el frío a él le fascina el sol, con decir que hasta en el fútbol somos distintos, porque yo soy de la “U” y él es de Alianza. En lo que sí estamos de acuerdo y nos llevamos muy bien es en la intimidad.
A veces creo que nuestra relación de pareja se sostiene solo por la química y la fuerte atracción que existe entre los dos cuando estamos en la cama, y pienso que eso no está bien, porque no podemos pasarnos el día discutiendo por casi todo y en la noche reconciliándonos con mucha pasión de por medio.
Doctora, yo realmente amo a mi Salvi, más allá de nuestras diferencias me gusta porque es un hombre de carácter fuerte, decidido, que se atreve a todo. Yo por el contrario soy indecisa, pienso mucho lo que debo hacer y es ahí donde empiezan nuestras discusiones.
Ahora, debo aclarar que jamás hemos peleado; es decir, nunca ha habido insultos ni agresiones de por medio. Nuestras discusiones son verbales, pero sí intensas porque cada uno defiende su postura. Yo realmente quiero que mi relación con él crezca, pero siento que son más las cosas que nos separan que las que nos unen. ¿Qué hago?
CONSEJO
Querida Fernanda, en las parejas no todo es color de rosa, las discusiones son parte de la relación, pero hay que saber discutir, sin ofensas ni agresiones. No te concentres en ver las cosas que separan a Salvador de ti, fíjate en lo que los une y trabajen para sobrellevar sus diferencias. Consulta con un psicólogo de parejas para que los oriente. Si hay amor y respeto, todo puede mejorar. Suerte.




