Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Lucía, de 28 años, que nos escribe desde Lince.

Doctora Magaly Moro, le escribo porque necesito de su consejo. Hace cinco meses conocí a Humberto, fue en la fiesta por los 80 años de mi abuela. Él llegó con su grupo de mariachis.

Me gustó desde la primera vez que lo vi. Su porte atlético y su potente voz captaron mi atención. Además, se mostraba carismático y coqueto con el público.

Durante toda su presentación, no me quitaba los ojos de encima, hasta parecía que me dedicaba cada una de las canciones. Al final del show, Humberto repartió su tarjeta. Cuando llegó hasta mí, me dijo muy cerca del oído que en la tarjeta estaba su número personal.

Yo solo atiné a sonreírle. Al día siguiente de la fiesta me animé a enviarle un mensaje vía WhatsApp. Humberto me respondió rápidamente. Continuamos en contacto hasta que me invitó a salir.

Doctora, usted pensará que soy una atrevida. Acepté su invitación. Al mes de conocernos me declaró sus sentimientos y me pidió ser su enamorada, a lo que rápidamente acepté.

Han pasado cuatro meses, pero las cosas no marchan tan bien como esperaba. Humberto, por su trabajo como mariachi, sale todos los fines de semana a cantar. Yo sé que lo conocí así, pero me gustaría que le diera más tiempo a nuestra relación.

Además, conociendo lo coqueto que es, ya me imagino que en sus presentaciones no faltará alguna chica que se le insinúe. Yo quiero que él cambie de trabajo y se dedique a otra cosa. ¿Usted cree que estaría bien si le dijera que deje de ser mariachi?

CONSEJO

Querida Lucía, debes tener presente que la base de una relación para que sea duradera es la confianza. Si tú no confías en Humberto, lo mejor es que des por concluida tu relación con él. Tú no puedes obligarlo a renunciar a su trabajo solo para complacerte y seguir contigo. No te dejes llevar por los celos, que son malos consejeros. Suerte.