Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Melissa, de 28 años, quien vive en el distrito de Comas.

Doctora Magaly, tengo el corazón roto. El chico con el que salí durante más de un año y que nunca quiso oficializar nuestra relación, me dejó y ahora se va a casar.

Rodolfo nunca quiso que los demás se enteraran que teníamos una relación, como trabajábamos juntos me decía que era mejor mantener todo en privado para evitar que uno de los dos fuera despedido. Yo, con lo enamorada que estaba de él, acepté vivir nuestro amor en la clandestinidad.

En la oficina nos comportábamos como compañeros de trabajo, pero a la salida éramos un volcán de pasión. Rodolfo ha sido el único hombre que ha cumplido con todas mis expectativas en la intimidad.

Nuestros encuentros siempre fueron en lugares donde nadie nos conociera. Cansada de tanto secreto, un día le dije que si no hacíamos público lo nuestro, era mejor que termináramos. Sin dudarlo, Rodolfo me dejó.

Al mes de haber terminado me enteré que Rodolfo salía con una compañera de la oficina a la que había presentado como su enamorada. Doctora, me sentí traicionada. A mí me tuvo escondida más de un año y a esa chica la había oficializado rápidamente.

Han pasado seis meses de eso y me acabo de enterar que van a casarse. Sé que no debería sentir nada por ese miserable, pero no puedo evitar llorar de rabia. Quisiera pedirle una explicación, preguntarle si realmente fui importante para él, ¿cree que sería lo correcto?

CONSEJO

Querida Melissa, imagino lo decepcionada que estás, pero no pienses en Rodolfo ni trates de saber si fuiste importante para él o si te quiso. Está claro que él no supo valorarte, así que no merece que derrames una lágrima ni le exijas explicación. Reconoce que tú también tuviste la culpa por hacer lo que él te decía y no darte tu lugar. Pasa la página y que esto te sirva de lección.