Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Margarita, de 49 años, quien vive en el distrito de Salamanca.

Doctora Moro, llevo años tratando de mantener la paz en mi matrimonio, pero cada vez me siento más agotada. Mi esposo siempre ha tenido un carácter difícil, pero en los últimos meses, su mal genio ha empeorado. A pesar de haber hablado con él en innumerables ocasiones, no hay cambios.

Mis amigas me sugieren que lo ignore, que no le dé tanta importancia a su mal humor, pero me resulta difícil porque me duele ver cómo su actitud afecta el ambiente de nuestra casa. Es como si cada día fuera una nueva batalla. A veces siento que si no me hago responsable de todo, incluso de su mal carácter, la situación empeoraría, pero ya estoy muy cansada.

He considerado la opción de separarme porque me duele mucho que mi vida diaria esté marcada por esta amargura constante. Lo peor de todo es que cuando le expongo lo que siento, él solo se defiende y me culpa a mí de su mal genio.

Mi mamá me dice que terminar el matrimonio por este motivo sería una tontería, que todas las parejas tienen altibajos. Pero, sinceramente, no sé cuánto más pueda soportar esta situación. Doctora, ¿estoy siendo exagerada por querer un cambio? ¿Debería seguir intentando o es momento de priorizar mi bienestar y pensar en mi felicidad? Espero responda mi carta lo más antes posible.

CONSEJO

Querida María, entiendo que estar rodeada de mal humor constantemente debe ser agotador. Es importante que hables con tu esposo nuevamente, pero también que pongas límites claros. Si las cosas siguen igual, debes pensar en lo que realmente necesitas para estar bien. Todos merecemos una relación basada en el respeto y la comprensión.