Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Ruth, de 24 años, que nos escribe desde Puente Piedra.
Doctora Magaly Moro, me siento devastada. Luego de las declaraciones de la modelo argentina Macarena Gastaldo en “El valor de la verdad” con respecto a que tuvo un encuentro cercano con Gianluca Lapadula, mi corazón ha quedado roto en mil pedazos y ahora me cuesta creer que el amor fiel y verdadero existe.
Yo era una gran admiradora del popular “Bambino”, no solo por su entrega en la cancha cuando vestía la camiseta de la Blanquirroja, sino también porque en redes sociales se lucía amoroso con su esposa y sus hijas. Me parecía el hombre perfecto.
Yo soñaba con conocer a un hombre como Lapadula en mi vida, guapo, de buen cuerpo, cariñoso con su familia y respetuoso con su pareja. Para mí era el hombre ideal, hasta que la argentina contó sin un mínimo de vergüenza que se había besado con Lapadula en una fiesta después de la Copa América de 2021, luego que él se le acercó por detrás para bailar reggaetón.
Doctora, me cuesta creer que Gianluca se haya comportado como uno más de esa sarta de infieles que hay en la selección. Ahora solo me queda pensar que los hombres fieles no existen.
De la pura rabia que siento, he quemado todas las fotos y recortes de periódico que guardaba sobre Gianluca. Doctora Magaly, he decidido cerrarle las puertas al amor, nunca más pienso enamorarme, no quiero toparme con un Lapadula en mi vida, que tiene cara de que no mata ni una mosca, pero que en el fondo es más movido que maraca de brujo. ¿Usted cree que hago bien?
CONSEJO
Querida Ruth, entiendo que estés triste porque tu ídolo del fútbol te ha decepcionado, pero eso no es motivo para que tomes una decisión tan drástica de no querer volver a enamorarte. No todos los hombres son iguales a Gianluca Lapadula, existen caballeros que saben respetar a la persona que aman. Olvídate de Lapadula y no le cierres las puertas al amor. Suerte.