Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Eliana, de 37 años, que nos escribe desde San Juan de Miraflores.
Doctorcita, necesito su consejo urgente porque siento que tengo encima una especie de maldición. Solo le gusto a chicos menores de 30 y, la verdad, ya estoy harta de eso. No importa dónde esté, siempre se me acercan muchachos jóvenes, me hablan bonito, me invitan a salir o me llenan de halagos. Al principio no lo veía tan mal, incluso me parecía divertido, pero con el tiempo me empezó a frustrar.
No digo que todos sean malos. Algunos son lindos, atentos, incluso me hacen reír, pero siento que están en otra onda. La mayoría quiere pasarla bien, salir de fiesta, vivir sin ataduras, y yo ya no estoy para esas cosas. Lo que busco es algo serio, alguien que quiera formar una familia o, al menos, construir algo estable conmigo. Y ellos todavía no piensan en eso.
Lo que más me duele es que no llamo la atención de los hombres de mi edad o mayores. Por más que me arreglo, salgo, converso o trato de mostrarme abierta, siento que los espanto. Algunos hasta me han dicho que parezco muy segura de mí misma o que tengo una actitud fuerte, como si eso fuera algo negativo.
Estoy cansada de sentir que no encajo. A veces pienso que estoy pidiendo demasiado o que me estoy cerrando al amor por esperar a alguien que tal vez no existe. Pero después me digo que no, que tengo derecho a querer una relación seria y que no debo conformarme solo porque me buscan. Dígame, doctorcita, ¿qué hago? ¿Sigo esperando o empiezo a ver las cosas desde otra perspectiva?
CONSEJO
Querida Eliana, a veces atraemos lo que no buscamos y eso puede ser frustrante. No es que espantes a los mayores, quizá solo no estás en los espacios donde ellos se mueven. No cambies tu esencia ni bajes tus expectativas por encajar. Sigue siendo auténtica, abre bien los ojos y el corazón. El amor maduro llega cuando menos lo esperas, pero no se forza.