Aurora Caruajulca
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En la noche del 21 de mayo, la calma de la ciudad se vio interrumpida por el sonido de disparos en plena Vía Expresa, en La Victoria. Lo que parecía una escena sacada de una película era, en realidad, una operación precisa y controlada ejecutada por 23 efectivos de la SUAT, la Subunidad de Acciones Tácticas de la Policía Nacional del Perú.
Su misión: capturar a una banda criminal, dedicada al robo y extorsión, que venía siendo investigada por la División de Robos.Fueron llamados pocas horas antes.
El pedido llegó de manera formal, como dicta el protocolo, y de inmediato los agentes se trasladaron a la sede de la división investigadora para recibir detalles del objetivo. “La información era breve pero contundente: una peligrosa banda estaba a punto de ser intervenida.

Lo que siguió fue una operación que combinó coordinación milimétrica, decisión firme y preparación extrema”, señaló a OJO el coronel PNP, Roberto Esteban Manyari.
Los 23 agentes, que se entrenan diariamente en la base de la Dirección de Operaciones Especiales (Dinoes) en La Perla, desplegaron toda su pericia en el terreno. Su entrenamiento —que incluye cursos de combate urbano, demoliciones y francotirador— no es un simple adorno, es una herramienta que, en operativos como este, marca la diferencia entre el éxito y la tragedia. Y esta vez, como tantas otras, fue un éxito.Los vehículos de los hampones intentaron huir, pero fueron interceptados.
En medio del tráfico limeño, la operación se transformó en una balacera en plena hora punta. La SUAT actuó con rapidez quirúrgica, neutralizando a los criminales sin que ningún civil resultara herido.

La SUAT no está formada por policías comunes. Para pertenecer a esta élite, primero hay que ser oficial o suboficial de armas de la PNP. Luego, enfrentarse al durísimo “Curso de Técnicas y Tácticas de Combate Cercano”, de 10 semanas de duración, del cual solo egresan unos pocos.
Lo que sigue es un camino aún más desafiante: francotirador, brechero, combatiente urbano. En los últimos años, su labor se ha enfocado en rescates, intervención en secuestros y, sobre todo, en la captura de sicarios y bandas organizadas. Fueron protagonistas del rescate en el banco BBVA de Gamarra en 2010, y hoy siguen siendo los primeros en llegar cuando el peligro es extremo.