Aurora Caruajulca
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Al caer el sol, el Museo Cementerio Presbítero Maestro deja atrás su solemnidad para revelar el misterio oculto en sus tumbas.
Inaugurado en 1808, este cementerio, considerado el más antiguo de Latinoamérica, ofrece a los visitantes una experiencia sin igual en su circuito nocturno “Homenaje a la Muerte”, que estará vigente hasta el 20 de noviembre.
De la mano de guías y actores, los participantes recorren historias de amor, venganza y tragedia que reviven entre lápidas y esculturas, como susurros del pasado.
La Calle de la Muerte es el camino principal del cementerio. Alberga 766 mausoleos, 220.000 nichos y 320 esculturas. Un sendero flanqueado por esculturas que parecen cobrar vida bajo la tenue luz. “Aquí cada piedra cuenta una historia, cada rincón guarda un alma”, comentaa OJO Nieves Echegaray, guía oficial del recorrido Beneficencia de Lima.
La atmósfera se espesa, y las sombras parecen alargarse mientras nos acercamos al Pabellón de los Suicidas, un lugar cargado de melancolía y misterio.
HISTORIA DEL TEMIDO “BARBERO ASESINO”
El primer encuentro impactante es con Lom Tom, el temido “Barbero Asesino” de la calle Capón. Nuestra guía relata que sus clientes nunca imaginaron que un simple corte de cabello los llevaría a su muerte. Con una navaja afilada y manos precisas, Lom Tom daba su último “servicio” a los desafortunados, hasta que su propio final llegó de la misma forma.
LA “ENFERMERA SIN CABEZA”
La emoción vuelve a apoderarse de todos en el sector donde yace la tumba de Ana Rosa Jara, conocida como “la Enfermera sin cabeza”. Las versiones cuentan que su amor fue tan profundo como trágico: luego de la muerte de su amado, se lanzó desde una ventana y terminó decapitada. Desde entonces, el hospital Loayza parece ser su eterno escenario, y cada noche, su espíritu decapitado recorre los pasillos.
El recorrido sigue hasta encontrarnos con la historia de Gregoria Camacho, una bruja temida y respetada en Lima. Asesinada por su esposo, fue enterrada bajo una lápida que apareció destrozada al día siguiente de su entierro.
Según cuentan, la imagen de una calavera con huesos cruzados se grabó misteriosamente en su lápida, convirtiendo su tumba en un lugar de peregrinación.
La tumba del Niño Ricardito
La tumba del Niño Ricardito, pequeño ahijado de 6 años de Andrés Avelino Cáceres, fallecido en 1872, es una de las más visitadas. Está adornada con juguetes y flores dejados por quienes le piden un mejor trabajo. Por ello, es conocido como el santo de los “cachuelos”
La Cripta de los Héroes
En la Cripta de los Héroes reposa una impactante colección de tumbas de mármol y esculturas de gran detalle. Un monumento funerario, erigido en 1908 para conmemorar a los caídos durante la Guerra del Pacífico, donde descansan los restos de 297 héroes peruanos.
Entre sus ilustres inquilinos destacan nuestros héroes nacionales: Andrés Avelino Cáceres, Francisco Bolognesi, Miguel Grau (específicamete su tibia).
Al final, los visitantes se marchan entre sentimientos de asombro y respeto. Quizás algunos regresen por la historia, otros por la curiosidad, y muchos, por el deseo de enfrentar sus propios miedos.
Actores de la Universidad Nacional de Arte Escénico (UNAE) escenifican a varios personajes de terror del cementerio.
Listado de los actores que participan en la puesta en escena del “Recorrido del terror”, de la Beneficiencia de Lima
Christian Wong Rengifo (Mathias Maestro)
Kano Liceras - Dreyfuss (cantante doliente)
Rolando Higa Elera - La llorona
Guillermo Moisés Aurazo Paredes (el sepulturero con sable)
Elias Arirama Ahuanari- María (la novia)
Walter Elias Quiroz - Alejandrino (novio)
Erick Barrios Barrientos (Emilia Montañez)
