VIOLENCIA ) AGRESIÓN CONTRA LA MUJER
VIOLENCIA ) AGRESIÓN CONTRA LA MUJER

La violencia machista, además de poner en peligro la vida de las mujeres, deja graves consecuencias en la salud mental de quienes son víctimas, advirtió la médico psiquiatra Vanessa Herrera López, del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi”.

A pesar de ese impacto, en el Perú, este permanente problema social se recrudece y suma más afectadas, año tras año. Actualmente, cada día, casi 400 mujeres, en todas sus etapas de vida, reportan haber sufrido algún tipo de violencia.

Dicho promedio resulta de los 120,394 casos de violencia contra la población femenina que han atendido los Centros de Emergencia Mujer (CEM), del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), entre los meses de enero y octubre del 2023.

¿Cuáles son las secuelas en la salud mental?

Herrera López explicó que las huellas de la violencia en la salud mental de una mujer se presentan tanto a corto como a largo plazo, y las formas de manifestarlas varían de acuerdo a la edad.

Según las estadísticas del sector, el 64.4 % de víctimas son mujeres jóvenes o adultas, siendo el principal blanco; el 30.4 % pertenecen al grupo de niñas o adolescentes; y el 5.2 % son adultas mayores de 60 años.

Feminicidios aún no alcanzan justicia

Considerando ello, la especialista refirió que en el caso de adultas mayores, quienes soportan muchos años de violencia o viven décadas con sus agresores, entre los que se incluye a sus propios hijos, las secuelas se expresan a través de la somatización, es decir, síntomas físicos.

“(Presentan) dolores en el cuerpo, en la cabeza, problemas para dormir significativos y a eso le llamamos expresiones de trastornos de ansiedad generalizada o formas de depresión somática”, detalló a OJO.

En jóvenes y adultas se visibiliza con malestares emocionales y descuidos en la salud, mientras que en niñas y adolescentes, puede verse afectado su estado de ánimo y rendimiento escolar.

El daño en la salud mental también depende del tipo de violencia que se perpetre contra las víctimas. En base a los datos de los CEM, la psicológica y la física son las más recurrentes pues se han detectado en cuatro de cada diez casos atendidos, cada una.

Tras estas modalidades, se ubica la violencia sexual, que se registra en dos de cada diez casos. Esta, dijo la experta, impacta severamente, más aún en menores de edad.

“Ante episodios de violencia, es necesario buscar el servicio de salud mental más cercano o llamar al 113 opción 5 para recibir orientación”, señaló.

Ansiedad y depresión se desbordan por violencia

Herrera López refirió que los trastornos de salud mental de mayor incidencia, asociados a la violencia, son la ansiedad y la depresión. No obstante, las víctimas también pueden tener “estrés postraumático, aumentar su consumo de alcohol, tabaco u otras drogas, e incluso plantearse el suicidio, sobre todo cuando no ve una esperanza para salir de ello”.

“Detrás de estos trastornos de salud mental, en realidad, está haber sobrevivido a situaciones de violencia”, manifestó.

Agregó que post pandemia, las atenciones en salud mental originadas por la violencia aumentaron, lo que se condice con los casos atendidos por los Centros de Salud Mental Comunitarios. Solo en 2020 hubo 48,916 atenciones a personas afectadas por violencia familiar y 34,098 fueron hechas a mujeres.

Por otro lado, la experta anotó, que cuando, además de ser víctimas, no se alcanza justicia, muchas mujeres que acuden a los servicios de salud mental se sienten severamente angustiadas, no pueden dormir, ni pueden concentrarse, lo que empeora su estado de salud.

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